Según la tradición oral de los vecinos, el nombre de la localidad se origina en el cacique comechingón Ambulo Naguán, que gobernó la zona, y el apelativo de una de sus mujeres llamada Mussi, sería elegido para designar una localidad ubicada en las inmediaciones. Con el paso del tiempo se fue apocopando la palabra quedando la denominación «Ambul».

Los libros parroquiales del antiguo curato de San Javier, ya hacian referencia a esta capilla, en 1848, indicando que estaba de Brochero tomó posesión del Curato de San Alberto, a fines del ale 1869, viajó a esta capilla para encontrarse con el Cura saliente.

Se trataba de un pequeño y humilde recinto de adobe, ubicado al costado del camino del alto o la «Quebrada de los Heredia» situación que dificultaba el acceso de los feligreses- razón por la cual se empezó a considerar el traslado.

Comenzó a concretarse el proyecto cuando don Andrés Avelino Molina donó el terreno para trazar un pequeño casco urbano de 6 manzanas con su plaza y sus calles, que fue escriturado el 30 de octubre de 1892, autorizándose el traslado de la capilla y la población por Auto del Obispo Fray Reginaldo Toro del 26 de noviembre de 1892. Entonces, el 5 de junio de 1893, empezó la construcción de 321 la capilla, que aspiraba a ser de grandes dimensiones.

Para reunir fondos constituyó una comisión de vecinos y solicitó un subsidio al gobernador Julio Astrada, que le fue otorgado.

Ubicada sobre uno de los costados de la plaza recientemente trazada, iba tomando forma una iglesia «de cal y canto, de 30 metros de largo y siete de ancho por 8 id de alto en forma de caballete, pero toda de material cocido en cal. La extensión de la iglesia será tal que abarque y pueda contener a todos los habitantes de la pedania de Ambul, y pensaba completar el entorno de la plaza «con sitios [que] se den gratis a personas que los hayan de trabajar en año y seis meses… desde el dia reciban la escritura [con la condición de que se ha de hacer una pieza de material cocido (de 10 metros de largo) dividida en dos por un sabique, también ha de fijar el ancho de la pieza que será de 5 metros. asi como el ancho y el alto de las puertas, para que sean iguales las casas que se trabajen en la plaza.»

Pero en 1907 afirmaba al Cura Brochero: «en la esquina naciente norte del manzano naciente está construida por el infrascrito la mitad de la iglesia, pero los cimientos de la otra mitad están colocados desde que se construyó la mitad en que hoy se celebran los oficios y al sud de la iglesia se designó el sitio parroquial, que está sin trabajo alguno.

Al terminar la primera década del siglo XX presentaba serios problemas estructurales y el 20 de julio de 1911, los feligreses pedían un subsidio al gobierno provincial para reparar la iglesia porque un gran fenómeno meteorológico le voló los techos.» Finalmente los vecinos construyeron una nueva capilla, ubicada sobre el costado opuesto de la plaza, en el sitio que el Cura Brochero había destinado para «sitio parroquial» que fue bendecida el 1 de marzo de 1918 por el Cura Domingo Acevedo.

En 1968, como se habían deteriorado las chapas de zinc, fueron sustituidas por un techo de hormigón, siendo reducida las dimensiones de la capilla en 1974 por don Carlos Altamirano y se construyó una torre campanario lateral a un costado de la capilla.

El 24 de diciembre de 1988 fue inaugurado y bendecido el salón parroquial por el Obispo de Cruz del Eje Omar Félix Colomé.

En el lugar se conserva una antigua tradición religiosa-folclórica que es la costumbre de traer los Niños Dios desde los caseríos vecinos, acompañados por su gente, sus banderas y sus bombos, conocido como «misachicos». Cabe destacar:

El Niño de Ambul sierras que perteneció al Juez Pedánco don José Francisco Heredia – desde 1816 junto a una imagen de la Virgen de Luján, que fueron bendecidas en 1940 por Fray Reginaldo Saldaño Retamar quien le rezó el novenario de Misas por diez años y movilizó a los vecinos para construir la Capilla de El Huayco.

El Niño se mantuvo en la familia hasta las últimas generaciones que organizan la procesión del 24 de diciembre, vistiendo el color amarillo.

El Niño de Santa Rosa (actual Juan B. Alberdi) desde hace más de un siglo se reverencia esta imagen, por iniciativa de don Pantaleón Romero y su familia, realizándose una solemne procesión en la que todo el pueblo acompañaba al Niño hasta Ambul para que junto al Niño de las sierras pudiera ser reverenciado por todos. En el último tercio del siglo XX, fue depositado en la capilla del lugar, encargándose los vecinos de organizar la procesión y cabalgata con que se lo acompaña, identificándose con el color verde.

El Niño de la Pampa que según la tradición oral del lugar, seria un legado hecho por el Padre Brochero, en 1913, a don Benicio Barrera, quien desde ese momento se encargó de su custodia, haciendo preparar el pesebre, encargándose sus descendientes de hacer los preparativos correspondientes y participar todos juntos de la Navidad en Ambul, identificándose con el color rojo.

El Niño de Mussi que, según cuentan los vecinos, el Cura Felipe D’Antona lo entregó en custodia a doña Mercedes Carreras de Altamirano, en 1952, para que la localidad pudiera participar de la fiesta de Navidad en Ambul. La señora, con la ayuda de su hijo Leonardo y todos los vecinos, se encargaron de preparar el pesebre, la cabalgata, la bandera y los pañuelos azules y blancos. Luego el encargo pasó por varios descendientes hasta que al presente está en manos de varios miembros de la comunidad

El Niño de Alto Grande comenzó a participar de la Navidad en Ambul desde el año 1991, adoptando los colores de la Virgen del Rosario de San Nicolás, rosa y celeste.

Sobre la participación del Cura Brochero en estos festejos no se encuentra referencia escrita pero mirando los libros vemos que permanecía en Ambul entre el 8 y el 25 de diciembre, por diversos años, participando en estos «misachicos».