La preparación al matrimonio constituye un momento providencial y privilegiado para cuantos se orientan a recibir este sacramento cristiano. Pero a la vez es un kairos, es decir, un tiempo de gracia en el que Dios, que es amor, interpela a los novios, en el amor que los une, llevándolos al discernimiento sobre la vocación matrimonial a la que están llamados a vivir juntos, para formar una autentica familia que vivan segun el plan de Dios, a imagen de la Sagrada Familia de Nazaret.

La preparación inmediata al Sacramento del Matrimonio debe encontrar ocasiones aptas para iniciar a los novios  en el rito matrimonial

En dicha preparación, a demás de profundizase en la doctrina cristiana sobre el matrimonio y la familia, con especial mención de los deberes morales, los novios han de ser guiados a tomar parte consciente y activa en la celebración nupcial, para entender también el significado de los gestos y textos litúrgicos.

El matrimonio cristiano es un proyecto de vida y amor, instituido por Dios, y ordenado por su misma naturaleza, al amor conyugal a la procreación y en la educación cristiana de los hijos. Por eso el matrimonio cristiano es uno e indisoluble. «De manera que ya no son dos sino una una sola carne. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido» Mt 19,6.

Los novios deben prepararse con responsabilidad para asumir las obligaciones que nacen del matrimonio, y asi poder cumplir con la misión que Dios le confía: construir un hogar rico en humanidad y en valores cristianos.

El matrimonio exige la libertad responsable de los contrayentes, una firme decisión de emprender juntos el camino de la fe, de dialogo, de amor sincero, procurando amarse y respetarse toda la vida, en la prosperidad como en la adversidad, en la salud como en la enfermedad, sabiendo que se casan para siempre.