Recorrer los lugares brocherianos nos pone en contacto con el espíritu del San José Gabriel Brochero. Sus inicios, llegada al Valle, de un sacerdote jóven y fiel a la Evangelización de la zona transerrana.
Fuente: «Tras las huellas del Santo Cura Brochero» Liliana De Denaro. pag 25-30.
La Villa de San Pedro.
Tras la caída del gobernador Manuel “Quebracho” López, las autoridades que le sucedieron debieron luchar contra las diferentes fracciones políticas que buscaban adueñarse del poder por la fuerza, creando gran inestabilidad. Pese a ello los gobernantes buscaban reorganizar la devastada provincia, por las luchas fratricidas, evitando la dispersión de las poblaciones de la campaña, reduciéndolas a un centro bajo la vigilancia de las autoridades civiles y eclesiásticas (párroco). Por tal motivo se promovió la fundación de Villas en el interior provincial. Una de ellas surgió por pedido de un grupo de vecinos[1] nucleados alrededor de la capilla de San Pedro.
El 26 de noviembre de 1852, el Juez de Primera Instancia don Mamerto Gutiérrez escribía al Gobernador de la Provincia Dr. Alejo Carmen Guzmán: “Siendo este lugar uno de los primeros del Curato, en población y agricultura y estando también en un total desarreglo, en razón que sus moradores no han procurado poblarse haciendo un deslinde de sus propiedades… por lo que es preciso hacer un deslinde general.”
Como respuesta a las gestiones realizadas, el Gobernador firmaba, el 21 de abril de 1853, el siguiente decreto: “Convencido el Gobierno de la utilidad y conveniencia que traería a la Provincia, para su mayor adelanto y progreso, la formación de una villa en el departamento de San Javier[2], que por su población, cultura e industria, es una parte muy principal del territorio de la Provincia […]
Art. 1º – Fúndase en el Partido del Río de los Sauces, Departamento de San Javier, en donde se halla situada la Capilla de San Pedro, una Villa que se denominará Villa de San Pedro […]”[3].
Los detractores de esta disposición sostenían que, en la banda norte, los terrenos no ofrecían ventajas ni comodidades a la nueva población, mientras que en la banda sur se encontraba mayor extensión de terrenos y de mejor planicie, abundancia de agua, madera de sus montes y temperamento más sano.
[1] Entre otros fueron: Ignacio Castellano (Juez de Alzada), Pedro y Mamerto Gutiérrez (Juez de 1ª Instancia), Juan y Valentín Ahumada, Amancio Soto, Sebastián Cortés, Ceferino Rivero.
[2] El dpto. S. Javier estaba formado por los actuales departamentos San Alberto y San Javier.
[3] CLDA. Tomo 1, p. 257/258.
Ante las discrepancias que surgieron entre los vecinos por la ubicación de la Villa, el Gobernador de la Provincia Dr. Roque Ferreira dispuso el 21 de julio de 1855: “En atención a que por los inconvenientes que se han presentado, no ha podido la comisión nombrada por decreto del 13 de diciembre de 1852, darle el debido cumplimiento, y persuadido de las ventajas que reportará a la Provincia y muy especialmente al Departamento de San Javier con la formación de la Villa de San Pedro, mandaba plantear en el lugar denominado Paso del León, a la Banda Sud del Río de los Sauces […]
Art.1º- Comisiónase al agrimensor Don José M. Casales para que pase a delinear de nuevo a dicha villa […][1]
El antiguo Depto. San Javier y la ubicación de la Va. San Pedro y Va. Dolores.
Confirmando lo dispuesto, el 27 de febrero de 1856 se ordenaba al Juez de Alzada del Departamento S. Javier la demarcación del nuevo pueblo, ubicado a pocas cuadras de la Villa de S. Pedro.
Contribuyó activamente al establecimiento de la Villa en la banda sur del Río de los Sauces, el Cura de S. Javier Juan Vicente Brizuela que colocó, el 26 de mayo de 1856, la piedra fundamental de una nueva capilla dedicada a la Virgen de los Dolores que fue inaugurada el 8 de diciembre de 1857.
Pero, por decreto del 4 de diciembre de 1858, el Gobernador Mariano Fragueiro dividía el departamento S. Javier en dos jurisdicciones territoriales, político – administrativa: la zona sur mantendría la misma denominación, mientras que la parte norte pasaría a llamarse S. Alberto en homenaje al Obispo de Córdoba del Tucumán Fray José Antonio de S. Alberto Campos y Julián.
Tras realizarse la división territorial, Villa Dolores pasó a formar parte del departamento S. Javier como cabecera departamental, mientras que la Villa S. Pedro entró en la jurisdicción del departamento S. Alberto.
Como era usual, que a la división política le correspondía la misma división eclesiástica, el Gobernador del Obispado en sede vacante Dr. Eduardo Ramírez de Arellano, por decreto del 24 de diciembre de 1858, dividió el antiguo curato de S. Javier “en dos curatos y vicarías pedáneas.” Atendería ambos curatos el Párroco de S. Javier hasta que se designara el primer Cura de S. Alberto, que recayó en la persona del fraile dominico Moisés Vicente Burela, a partir del 4 de febrero de 1859.
Cuando llegó el flamante Cura Brochero a la sede de su Parroquia ubicada en S. Pedro, se encontró con una villa muy deteriorada porque había padecido el embate de sucesivas montoneras que provocaron la pérdida de diversos vecinos con ideas políticas opuestas y hasta soportó el sitio de la localidad.
Además, como el federalismo dejó de tener hegemonía po-lítica, los grupos sobrevivientes de estas montoneras se dedicaban a asaltar las localidades transerranas para sobrevivir. Entre
estos grupos de bandidos se destacaba la figura de Santos Guayama que en reiteradas oportunidades asoló la zona.
Por tal motivo, si bien se había colocado la piedra fundamental de la nueva iglesia de S. Pedro el 7 de julio de 1867[1], la encontró en construcción, pero sin posibilidad de continuar por falta de recursos… y para los servicios religiosos se usaba una humilde casa.
[1] Cf. Democracia (Villa Dolores), 18.11.1978, l: Piedra fundamental. Se ubicó esta mañana en la Iglesia de San Pedro. Data del 7 de julio de 1867.
[1] CLDA. Tomo 1, p. 338.
Durante la administración del Cura Brochero se techó la capilla, habilitándola para los oficios divinos. Para cumplir su objetivo buscó la colaboración de “dieciséis colegiales de Loreto que habían ido a pasar las vaca-ciones. Brochero tenía el propósito de concluir su ca-pilla para un día determinado y se puso a trabajar y dirigir la obra, secundado por los jóvenes estudiantes que amasaban cal y tiraban ladrillos sin rendirse en la tarea, seducidos por el ejemplo del virtuoso Cura. En el tiempo que se había anunciado se cantó en la capilla la primera Misa.”[1] El 10 de junio de 1870 escribía: “Deseando este vecindario celebrar con toda so-lemnidad la fiesta del Glorioso Príncipe de los Apóstoles, Patrón tutelar de esta Villa, me dirijo a Ud. solicitándole […] el permiso de exponer el Santísimo Sacramento el día de la fiesta…”[2] Luego con un subsidio y la ayuda de los vecinos fue ornamentando la modesta iglesia.[3] |
[1] José Gabriel Brochero: El Interior (Córdoba) 28.03.1883.
[2] AAC. Carta de Brochero al Pro-Secretario del Obispado, 10.06.1870.
[3] Por el “Libro de Fábrica” sabemos que la pila bautismal fue comprada el 20.04.1877, la reja del bautisterio colocada el 22.04.1878, compran una silla de jacarandá con brazos el 08.10.1978 y el 22.04.1878 se arregló la efigie de S. Pedro.