Capilla de Cienaga de Allende

Reseña Histórica

Al comienzo de la conquista española en el lugar habitaba el pueblo de Soconda o Saconda mandado por el cacique Yocunda o Zocunda. Podemos comprobar la presencia comechingona en la zona, a poca distancia de este vecindario continuando el camino hacia Altautina en el Cerro San José donde se conservan manifestaciones pictográficas en los abrigos naturales, conocidos como aleros. Son representaciones zoomorfas o ideográficas – de significado desconocido en colores rojos, blancos y negros.

En el lugar, conocido como Ciénega de Allende, existía un pequeño oratorio dedicado al Sagrado Corazón de Jesús que consta en los Libros Parroquiales de San Alberto desde el 26 de setiembre de 1874 y el Cura Brochero informaba que se había «levantado por licencia dada por el Vicario Capitular Martiarena.

Para favorecer la ubicación de los vecinos en las inmediaciones de una capilla más amplia, era necesario lograr la donación de un terreno, proyecto que comenzó a concretarlo el 28 de octubre de 1878 cuando, ante el Juez Pedáneo y con la presencia del Cura Brochero donaron a la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús «por escritura pública los Sres. Pedro y Feliciano Allende siete manzanos de terreno las calles son de16 varas, para que se hiciese también una iglesia y población a su alrededor”.

Inmediatamente se comenzó a construir la iglesia que ya estaba en uso el 19 de junio de 1881 y le escribía al Obispo Fray Mamerto Esquiú: «habiéndose concluido la construcción de una capilla levantada por licencia dada por el Vicario Capitular Martiarena, en un lugar del Curato del infrascrito llamado Ciénega de Allende, quieren los vecinos de dicho lugar se las coloque ya, ya, sacando de Usted la competente licencia para bendecirla.

Pero el infrascrito cree inoportuna la licencia para la bendición porque, aunque los vecinos tienen los paramentos para la celebración de la Misa, no han hecho sacristía ni cementerio, y no lo harón en dos años si se les concede licencia para la bendición de su iglesia.»

La capilla continuó en uso y en 1885 se construyó el cementerio, pero en 1890 se encontraba en ruinas siendo necesario clausurarla. Reconstruyó la pequeña iglesia el Cura Brochero, que fue bendecida por el Pbro. Bruno Ferreira, su sucesor al frente del Curato del Tránsito.

La actual iglesia fue habilitada en 1926 , pudiéndose apreciar que fue reducida en su tamaño y se incorporó un techo de losa que sustituyó el originario. Posteriormente se perímetro el lugar, para impedir el ingreso de animales, colocándole una reja de línea sencilla.

Fuente: Del Libro «Un largo camino evangelizador: El Obispado de Cruz del Eje» de Liliana De Denaro pag. 145.

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